miércoles, 11 de septiembre de 2013

11 DE SEPTIEMBRE DE 1973. Siniestro aniversario

    

   Hace ya la friolera de cuarenta años, el 11 de septiembre de 1973, el gobierno democrático de Chile fue derrocado por la junta militar golpista, presidida por un general de infausto recuerdo, Augusto Pinochet. Con el golpe no sólo murieron muchas esperanzas, que fueron truncadas en un país que había escogido una vía democrática y pacífica hacia una sociedad más justa e igualitaria en América Latina. También una cifra demasiado alta de víctimas de torturas y desapariciones, de feroz represión, una estela destructiva de un implacable terrorismo de estado. La cara más terrible del fascismo más atroz. Recordemos que Pinochet, además de sanguinario, llevó su delirio a prohibir la lectura del Quijote en su país.

    Cuando vuelven las imágenes de los tanques en Santiago, del ataque al palacio de la Moneda, de las últimas fotos de Salvador Allende defendiendo al pie del cañón la legitimidad que él encarnaba frente a las fuerzas golpistas, volvemos a sobrecogernos y a sentir un escalofrío.


   La dictadura pasó, dejó tras sí un reguero de sangre y devastación, aún no se cerraron todas las heridas. Y aún sigue habiendo un desvergonzado apoyo a los golpistas de quienes carecen de la más mínima sensibilidad y del más elemental pudor. Dentro y fuera de Chile. Los asesinos y sus cómplices. Al fin y al cabo, las leyes de punto final fueron la impunidad que ellos mismos fabricaron para no asumir sus culpas, para salir de rositas tras el espantosa e inhumano crimen de lesa patria que perpetraron.

miércoles, 26 de junio de 2013

Rosell pide más recortes contra los parados

Rosell pide más recortes contra los parados



El buitre avariento ataca de nuevo

Algunos estamos hartos de los voceros, agoreros y propagandistas de la chusma financiera y empresarial que están aprovechando la crisis del euro y la terrible coyuntura que vivimos para imponernos un modelo de sociedad brutal, salvaje, sin derechos. Y lo hacen impunemente, sacando pecho, a veces con la desvergüenza de un tono moralizante, otras, como grupo de presión macarra y mafioso que son, descaradamente, dando al gobierno munición e “ideas” con las que seguir destruyendo lo poquito que queda de protección social, lo poquito que queda de Estado de Bienestar. Que eso era o Europa. O iba a ser. La Europa de los que hoy cortan el bacalao es una involución retrógrada tan bestia en lo social que obliga a preparar una alternativa, contundente y severa, contra todos los gerifaltes de hogaño.

Uno de esos portavoces, altavoces o simplemente bocazas, es el presidente de la CEOE, ejemplar institución. O al menos una institución que ha dado muchos ejemplares sin igual.
 "> individuo
no abogue por cercenar derechos a los trabajadores y someterlos a la indigencia.
 A lo mejor algún día hay que plantearse alguna medida contra este señor, empezando por exigir que ni un céntimo de los contribuyentes vaya a parar a la organización que él dirige (y en la que ha habido notorios delincuentes en sus filas), además de demandar que un posible consenso o pacto social debe hacerse, no ya sin él, sino abiertamente contra lo que él dice y lo que él represente.

De lo contrario, con la misma gasolina con la que Rosell incendia todos los días la convivencia social, puede armarse un fuego de incalculables consecuencias.



domingo, 23 de junio de 2013

En la muerte de Javier Tomeo



Tomeo


   Uno de los narradores más originales, deslumbrantes y audaces de nuestra narrativa actual acaba de irse.

   Durante tantos años de modas excluyentes y literaturas oficiales, cuando el compromiso y las nuevas preceptivas experimentales y ´socialrealistas´ marcaban la línea divisoria entre la literatura consagrada y la no tomada en consideración, Tomeo permaneció olvidado o escasamente apreciado tanto por la crítica literaria establecida como por los departamentos universitarios. De hecho, algunas de sus obras de los 70 fueron reeditadas tras años y años de ignorancia. Fue en las últimas décadas cuando Javier Tomeo, no muy integrado en los círculos literarios, obtuvo el reconocimiento y sobre todo la difusión que una obra de la calidad de la suya se merecía. Curiosamente, es uno de los autores españoles más traducidos.

   El castillo de la carta cifrada es uno de los más increíbles ejercicios de estilo que se ha escrito en nuestras letras recientes. Amado monstruo es igualmente una novela provocadora, transgresora y poderosa que ha perturbado y complacido a un importante número de lectores.

  El discutido testamento de Gaston de Puiparlier, menos conocida, con un humor original y que serviría como ilustración de la coralidad múltiple de un relato que puede ser ameno sin perder por ello calidad.   

   Un escritor inquietante, ucrónico, auténtico, una prosa directa, agresiva, contundente y de trazos nada retóricos… Un individuo único, raro, con una biografía también polifacética, variopinta…. Una lectura siempre recomendable…


   La República literaria incorpora pese a todo a un escritor tan individualista y singular que nos deja una obra bastante atemporal en sus referencias sociohistóricas, pero representativa de los escritores que seguramente pervivirán.

martes, 11 de junio de 2013

The man who new two little


Los españoles no nos cansamos de recibir noticias sorprendentes. Ahora resulta que el http://www.vozpopuli.com/nacional/26480-garcia-escudero-no-sabia-que-tenia-que-declarar-el-prestamo-que-le-dio-el-pp  presidente del Senado, Pío García Escudero, ha declarado que "no sabía que tenía que declarar" el préstamo que le dio el PP.

El presidente del Senado admitió ante el juez haber cobrado 24.000 euros del PP en 2000, pero confiesa que no lo declaró a Hacienda "porque no sabía que tenía que hacerlo", según se refleja en el audio de su declaración a la que ha tenido acceso la Cadena Ser. 


¿Cómo es que una persona de su rango institucional y de su responsabilidad no sabía lo que tenía que declarar?


lunes, 10 de junio de 2013

SABE RUBALCABA QUÉ PROPONE REALMENTE SOBRE LAS PENSIONES


   
  Los mítines políticos suelen provocar las bajas pasiones. Esto días de exigencias europeas de más recortes, ajustes, esfuerzos y mutilaciones, por el contrario, nos acercan a los peores augurios. Muchos de ellos nos abocan, cual de si maldición bíblica se tratara, a las bajas pensiones. Tan callando.

Y las declaraciones de Alfredo Pérez Rubalcaba que también recoge ">http://ccaa.elpais.com/ccaa/2013/06/09/valencia/1370802121_502343.html
EL PAÍS nos devuelven al lenguaje de las trampas saducea del antiguo pilarista amante de los sofismas bien presentados, las acrobacias dialécticas y las sutilezas verbales en la que no queda claro ningún concepto, pero se transmite lo contrario de lo que se insinúa, si es que lo que se insinúa está claro, que explícito, explícito no hay nada. Excepto que se opone al recorte de las pensiones... Si no lo pacta con los sindicatos... ¿Y si lo pacta? ¿Entonces sí valdría?

¿El rechazo a la reforma de las pensiones no vendrá determinado por su contenido injusto, ihumano y antisocial? ¿O si se incluye en un paquete de pactos entre los interlocutores oficiales aunque sea socialmente lesivo entonces es una reforma adecuada? ¿De qué depende la aceptabilidad de la liquidación del sistema público de pensiones, de que nos empobrezca o de que se reconozca al tercio sindical su papel indistutible en el Consejo del Reino?

No nos líes, compañero Rubalcaba. Mójate sobre el fondo de la cuestión y dinos qué piensas hacer con las pensiones si ganas. Sólo como un mero ejercicio de hipótesis académica….

    Un jefe de la oposición desahuciado se encuentra con un agujero de miles de millones en las cuentas públicas y los bancos alemanes y las aseguradoras privadas le piden que reduzca a la mínima expresión las pensiones públicas.

1.                 Escriba sus propuestas detalladas, indicando cifras, datos y pormenores de todas las cuentas.
2.                 Señale las fuentes empleadas para acceder a datos y a proyecciones públicas.
3.                 Analice la evolución de las pensiones públicas en los países occidentales.
4.                 Determine la financiación del sistema público.

En el examen se pueden utilizar ordenadores, chuletas, móviles y toda la bibliografía que se requiera. Eso sí, el alumno deberá responder exclusivamente las preguntas planteadas en los términos en los que se le han planteado.




domingo, 9 de junio de 2013

EL PAÍS Y LAS PENSIONES

EL PAÍS y las pensiones



            El periódico de PRISA, en decadencia franca desde hace tiempo, hace honor a sus nuevos propietarios como uno de los abanderados de recortes brutales en pensiones, que depauperarían más a la población y contribuirían a deprimir más el consumo y a que todos seamos más pobres.

            Si leemos los artículos de opinión, los reportajes y los análisis económicos, comprobamos cómo los nuevos dueños del diario global en español (antes independiente de la mañana), apuestan sin ambages por uno de los recortes más brutales que completarían el desmantelamiento de lo poco de Estado de Bienestar que nos quedaba.

            No deja de ser curioso que un medio que otrora era el abanderado del progresismo ahora se embarque en la defensa de los intereses más reaccionarios y de políticas antisociales. Triste exponente de la degradación política y moral que vivimos.


            Si hay una línea política para los que quieran defender un cambio frente al desastre actual, esa pasaría indefectiblemente por recuperar lo que se ha perdido en estos años de agresión contra los ciudadanos, iniciada en mayo de 2010 con el giro copernicano que dio Zapatero cuando le leyeron la cartilla los que mandan en Europa y él se limitó a decir amén, como había hecho antes con tantos otros que le dictaban su política.

sábado, 8 de junio de 2013

Antonio Muñoz Molina, premio príncipe de Asturias de las Letras.





  
La concesión del premio príncipe de Asturias de las Letras a Antonio Muñoz Molina es un motivo de satisfacción para los que somos fieles lectores de su obra literaria y encontramos el placer de ver magníficamente recreada nuestro ser hispánico a través de la palabra exacta, libre y comprometida en sus artículos y libros de opinión. De hecho, el escritor de Úbeda es hoy, junto con intelectuales tan diversos como Fernando Savater, Albert Boadella, Vargas Llosa o Jon Juaristi, uno de los pocos referentes críticos con los vicios del sistema desde un pensamiento independiente y honrado, enormemente lúcido, frente a los sectarismos, los estereotipos y el periodismo de trinchera y agitación y propaganda de uno u otro signo que tanto agitan la convulsa vida colectiva en tiempos tan duros y difíciles como los que atraviesa España en su aguda y deprimente crisis económica, política, institucional, moral y social. En su crisis global.

La narrativa de Muñoz Molina ha logrado afortunadamente un reconocimiento merecido en un país tan difícil como es España, cicatero a la hora de reconocer el mérito de sus propios conciudadanos. La calidad e intensidad de su prosa, su estilo poderoso y su brillante sintaxis, junto con una capacidad de evocación y de deslumbrante descripción, confieren a la mayoría de sus narraciones un ritmo y una prosa poética que ha alcanzado el nivel de los que sin duda permanecerán en el tiempo. Por otro lado, el mundo narrativo de Muñoz Molina es un reflejo certero de nuestra memoria histórica colectiva, una forma de acercarse auténtica y profunda a las señas de identidad de lo español, un espejo de lo que fuimos, lo que somos y lo que hemos soñado ser. Sin concesiones a la frivolidad, a la demagogia ni al conformismo.

Pero además del indiscutible valor literario de una palabra tan bien enhebrada y expresiva, es bueno destacar el papel de intelectual de Muñoz Molina en la España actual. Su compromiso de pensador responsable, mesurado y honrado, con una actitud valiente, nada acomodaticia ni anuente con los discursos oficiales, lo convierten en un referente imprescindible en el artículo de opinión del periodismo literario de nuestros días. Sus tomas de posición sobre la izquierda y la educación pública, los excesos de los nacionalismos, la falsificación de la memoria histórica, los diferentes abusos del poder o los más diversos asuntos de la vida pública española nos permiten ver con ojos inteligentes y atinados, una realidad que la propaganda y el pobre debate de los medios españoles siempre tratan de desfigurar.

Cabe destacar el mérito del autor de Sefarad, quien al aceptar el premio que le concedió la ciudad de Jerusalén, donó su cantidad íntegra a un colegio donde se educan juntamente niños árabes e israelíes, en lugar de aceptar las presiones sectarias de quienes le http://cultura.elpais.com/cultura/2013/02/10/actualidad/1360504122_513560.html
 ">pedían
 que renunciara al galardón.

Siempre he recomendado la lectura del Muñoz Molina narrador y con razones de urgencia también al Muñoz Molina intelectual, uno de los autores que de forma más acertada y con una prosa exquisita nos muestran un visión de España absolutamente necesaria y que quienes tienen puestos de responsabilidad deberían escuchar.

miércoles, 8 de mayo de 2013

UNA HUELGA RETRO Y NOSTÁLGICA A FAVOR DE LA LOGSE






Vaya por delante que el juicio que me merecen los que gobiernan en estos días grises España y Europa no lo voy a expresar con las palabras que me pide el cuerpo para que no pueda decirse de quien esto escribe que ha perdido la educación al hablar de los problemas de la instrucción pública de su país. El gobierno del PP ha aprovechado la coyuntura interna y externa para llevar a cabo el programa máximo de la derecha más cavernícola y montaraz. Representa un serio peligro para el mantenimiento de unos mínimos derechos sociales y colectivos en una sociedad civilizada y ha roto las reglas del juego que se pactaron durante la transición política. Por si fuera poco, es difícil encontrar una sola institución sana, no corrompida y no susceptible de una  transformación radical, en el sentido más etimológico de este término

 Con estas breves consideraciones sobre la terrible coyuntura –¿o nuevo régimen?- que sufrimos deseo alejar la más mínima sombre de duda sobre los motivos por los que rechazo sin ambages la huelguita por un día a la que nos llaman quienes se tienen a sí mismos como guardianes de las esencias. Los convocantes de la jornada huelguística son, sin duda, unos dinosaurios que ofrecen una notable resistencia a ser una especie en vías de extinción, con lo bien que le vendría a la higiene mental de este país. Los mismos que jamás protestaron contra la LOGSE, ley que hundió la enseñanza pública hasta los niveles más miserables de la historia, los mismos que han sido el núcleo duro de un búnker pedagógico responsable de convertir el sistema educativo en un erial lleno de analfabetismo y degradación de la función docente, los que han apoyado que en la práctica sea la enseñanza privada casi la única en la que un ciudadano pueda recibir una formación para competir en una sociedad tan dura y deshumanizada como ésta, ahora, precisamente ahora, levantan las banderas al viento y convocan una jornada de lucha, huelga por un día incluida, en la que mezclan todos los fantasmas interiores y exteriores exorcizables para así ganar más adeptos y generar más confusión. Las cualidades que no tuvieron para la decencia intelectual y el verdadero compromiso con la calidad de los servicios públicos no les faltan en el arte del agit-prop, donde es justo reconocerlo, siempre dieron muestras de una maestría sin igual.

De esta manera, llevan logrando desde finales de 2011 que el mundo de la docencia viva una disyuntiva excluyente de la que no hay salida ni tercera opción ni más elección dentro del dilema simple y maniqueo. O estás de acuerdo con los recortes, la destrucción cuantitativa de la enseñanza y más ayudas a la concertada o te adhieres a los que han sido los mandarines de la educación desde que perpetraron la LOGSE y se dedicaron a extender la estulticie posmoderna y a destruir la tradición educativa española que se remontaba a la Ilustración y a las luces. O sea, o destrucción cuantitativa o destrucción cualitativa. La jornada de mañana 9 de mayo no se puede interpretar de otra manera que como un pulso más por parte del núcleo duro que ha mandado en la enseñanza en España y ha infectado casi todas las esferas de poder educativo influyente, desde los medios de comunicación afines, la burocracia sindical, la casta pedagógica, los paniaguados del clientelismo, amplios sectores de la Inspección y de la Administración... Un pulso para no perder influencia, para ser la alternativa, para resucitar y dar un nuevo contenido a su rancio y desgastado discurso.

 El guión de lo que pasará mañana ya está escrito: los convocantes inflarán las cifras, el ministerio las minimizará. El día pasará sin pena ni gloria y su incidencia será nula, si exceptuamos el puñado de personas se que sentirán representadas por las organizaciones movilizadoras como esperanza frente a las agresiones del poder.

 Un ejemplo patético de demagogia, confusión, corporativismo y cierto cacao mental lo tenemos en este manifiesto de profesores de CCOO de la EOI Jesús Maestro de Madrid, pese a la falta de membretes y logotipos. Entre col y col, lechuga. Siempre ha sido una táctica pecera mezclar temas no relacionados, presentarse con máscaras, travestirse, camuflarse o confundirse entre la multitud. Da igual, son los que son y huelen a la legua. Por otro lado, no faltan en todos sus panfletos y comunicados los argumentos reaccionarios ya conocidos de los pedagogos a la violeta, como oponerse a todo lo que sean evaluaciones externas del sistema. Simplemente, porque no quieren que se pueda evidenciar que los resultados del actual modelo educativo son calamitosos.

 La LOMCE recuerda mucho a la LOCE de Pilar del Castillo. Y si peca de algo es de mantener el mismo paradigma educativo que la LOGSE-LOE: cuatro años de secundaria comprensiva y dos años de bachillerato ridículo y vacío. La LOMCE introduce algún elemento de exigencia, aunque está también impregnada del tecnocratismo de los opusdeístas del 70, pues es especialmente nefasta con las lenguas clásicas y la filosofía. Sin embargo, a los pedagogos dogmáticos la ley Wert no les gusta, primero porque siendo la educación su cortijo no la han hecho ellos y además porque no repite el mismo discurso pedagógico de la LOGSE-LOE, lo cual no la hace, en términos generales, una ley peor ni justifica un análisis tan catastrofista y dramático como el que los propagandistas lucen de forma tan desmedida e hiperbólica.

 Otra cosa son los recortes. Hay que recordar que fue Zapatero quien en mayo de 2010 aplicó de forma unilateral y sumisa a los dictados de la oligarquía financiera europea los primeros tijeretazos antisociales, de especial severidad. Y también conviene subrayar que los nefastos y antisociales recortes han sido posibles estando en vigor la LOGSE y la LOE, por lo que carece de sentido establecer una relación de causa-efecto entre la LOMCE, los recortes educativos y la privatización de la enseñanza. Esta última en el ámbito escolar se vio favorecida por los dos años de concertada que les regalaron quienes hicieron las reformas educativas de principios de los 90 y por la degradación de los institutos públicos, lo que echó a las clases medias en manos de la privada y la concertada. Es preciso un debate educativo con seriedad, con participación, erradicando y descabalgando las dañinas burocracias sindicales, que han terminado fagocitando la marea verde, movimiento de resistencia que si al principio podía ser una respuesta autónoma, espontánea y fresca a la brutalidad de los hachazos del PP en el servicio público de la educación, ha terminado convirtiéndose en un circo naïf profeflauta, de estética ñoña y discurso muy flojo, totalmente teledirigido por CCOO y que da una imagen lumpen y cutre del profesorado, que es justamente lo que busca el gobierno del PP de Madrid en su deliberada y alevosa estrategia de descrédito de la docencia y de los docentes.

 Que a las mareas se sumen presuntos padres de alumnos, muchos son burócratas de las confederaciones de padres cuyos hijos terminaron la escuela tiempo ha, partidarios de que en los colegios e institutos públicos se deje de dar clase, es sencillamente un disparate. No reparan que todas estas horas perdidas son un argumento más para que los pocos padres de la clase media que llevan a sus hijos a la pública desistan definitivamente de su voluntad.


 Los convocantes de la épica –o tragicómica- jornada de lucha, huelga y movilización de mañana, envueltos en la estética verde infantilizante y proletarizadora, jamás han asumido sus responsabilidades ni se han dado por aludidos por su culpa en el desastre educativo. Desastre que negaron en su manifiesto NO ES VERDAD, prueba fehaciente de que todos los discursos de todos los aparatos terminan degenerando en una ficción que compran los más indocumentados o quizá los desesperados que no tienen otro clavo ardiendo al que agarrarse. La adversa coyuntura y el salvajismo predador de la derecha sin complejos han dado nuevas alas a los popes ya añejos y veteranos que habían caído en el descrédito, la rutina y la apatía ante la indiferencia general. Que ahora reclamen, aunque sea subrepticiamente, una cuota de representatividad, legitimidad o futuro no deja de ser inquietante. Por eso, que conmigo que no cuenten.

martes, 19 de marzo de 2013

DESACREDITANDO A LOS DOCENTES

Desacreditando a los maestros (I)





  En la foto, Lucía Figar con su marido Luis Aragoneses, asesor de Aznar, diputado que no se estresa y valedor desde muy joven de la brillante y meritoria Consejera de Educación de Madrid.


- ¿Qué viene el maestro Falla? -¿Maestros? Todos rojos. Se atribuye esta anécdota en plena guerra civil a una visita hecha por el maestro de la música Manuel de Falla, quien era, por cierto de ideas no muy próximas a las republicanas.


 Hoy, en peperolandia podríamos imaginarnos la escena: - Señora consejera, quiere verla un grupo de maestros. - ¿Maestros? Todos rojos y, además, burros.


 El estupor causado por la filtración de unas pruebas en las que determinados aspirantes a maestros de la Comunidad de Madrid respondían múltiples disparates en unas oposiciones celebradas en 2011 ha dado lugar a un lógico revuelo que viene a plantear dudas sobre la idoneidad de un sistema educativo de hecho intocable desde que se puso en marcha, con la LOGSE primero y después con la LOE, Bolonia y otros dislates. Una degradación imparable de la escuela en España que unos no quieren reconocer y otros, amén de no hacer nada para evitarla, la utilizan en beneficio propio aviesamente.


 Por un lado, es obvio que la Consejería de Educación de la Comunidad ha utilizado el episodio (retardado mediáticamente y dosificado para que la munición lograra su impacto en el momento oportuno) a fin de continuar con su labor de acoso y derribo contra un colectivo al que no ha hecho más que agraviar y erosionar desde que inició su lamentable mandato al frente de la política escolar madrileña.


 De hecho, la administración educativa regional ha instrumentalizado esos bochornosos exámenes con un fin muy preciso y perverso: justificar el cambio unilateral del baremo para la contratación del profesorado interino, de forma que pueda justificar una política de personal de relevo y desvalorización de los docentes más antiguos. Para lo cual el componente esencial de los méritos para ser profesorado interino serían las calificaciones de la oposición: de este modo se ahorraría los complementos de antigüedad que tantos años les ha costado conseguir cobrar a los profesores contratados.


 Los comentarios despectivos, en la línea de combate de las más aguerridas y facciosas tertulias de agitación, insulto y discordia civil, pretenden demonizar a una parte de los docentes madrileños, como han hecho con los médicos, los funcionarios ¡hasta con los parados!, -que hay que ser miserables- son una manifestación muy preocupante de que esta derecha que ya no tiene complejos ni límites puede llegar a dar un golpe de Estado de hecho, saltarse el espíritu de la Constitución de 1978 y cambiar el modelo de sociedad hasta un esquema retrógrado peor incluso que la Inglaterra de Thatcher o la América de Reagan. 


Que una clase política constituida en el clientelismo, la cooptación y la endogamia ponga en duda la preparación y capacidad de los profesionales del sector público lógicamente irrita. ¿Qué oposición ha hecho Lucía Figar, que ha pasado de enchufe en enchufe sin demostrar la más mínima cualificación?


En la práctica la señora consejera es una genuina representante de esa España de los pepiños, que no han tenido ninguna dedicación retribuida antes de acceder  a la res pública, sin tener un solo año de experiencia profesional que no sea otra cosa que los aparatos, el nombramiento a dedo y unas prebendas inalcanzables para la mayoría de los habitantes de un país empobrecido y arrasado por una casta dirigente manifiestamente mejorable.


Por no hablar de su mentora, la dañina Esperanza Aguirre, que accedió a su primer cargo con una exhibición pública de su ignorancia (pensando que Saramago era un nombre de mujer: Sara Mago; ignorando quién era Javier Tomeo, los títulos de las películas españolas del momento, etc…) No deja de ser curioso que la Consejería de Educación cargue contra la preparación de quienes se han sometido a unas oposiciones públicas y nada diga de los criterios de selección que se dan en la enseñanza concertada para llegar a ser docente, criterios bien opacos y discrecionales, por cierto.


 Por otro lado, como no podía ser de otra forma, ha sonado la alarma respecto de la preparación de los maestros, pues las muestras de las respuestas en las mencionadas oposiciones de 2011 son realmente alarmantes. Los medios se han hecho eco de los calamitosos exámenes con las más diversas interpretaciones. Desde las cartas al director que denuncian la campaña malintencionada de la administración educativa madrileña. Hasta los más entusiastas de la Consejería que en Libertad Digital quieren echar leña al fuego, arrimando el ascua a su sardina política. No faltan los comentarios del psicopedagogo de guardia, que en Público da la vuelta a los hechos y trata de deslegitimar cualquier sistema de evaluación de los docentes que no se atenga a las consignas de la secta pedagógica.



Figar ante el cese de Aguirre: las víboras también lloran. Podría pensar en el sufrimiento que ha infligido a los docentes de Madrid. 


Otros medios, como Vozpópuli, El diario, EL PAÍS, El Semanal, El Confidencial Digital y Estrella Digital dedican un cierto espacio e interés a comentar la noticia, fabricada por el aparato agitprop del PP madrileño, aunque basándose en hechos tristemente ciertos. Pero más allá de la estrategia comunicativa del ruido y de la manipulación política se impone una reflexión sobre la cruda realidad de la educación, independientemente de las campañas contra los docentes que con tan mala fe han emprendido algunos y del agitprop de la carcundia más indecente que quiere destruir y arrasar todo lo público.

 
Cómo ven el futuro nuestros actuales alumnos unversitarios 

 Los eslóganes propagandísticos respecto de la “generación más preparada de la historia de España” no hacen sino ocultar el fracaso de las reformas educativas que se perpetraron a principios de la década de los noventa y cuyos resultados nada exitosos no han hecho más que ponerse de manifiesto cada vez que alguien se ha puesto a evaluar en serio y con honradez intelectual el páramo en el que se ha convertido el sistema educativo español. Así lo señala la carta de mi amigo y colega Pablo López en EL PAÍS.

 

La Consejera con una cruz a cuestas, seguramente la que quiera imponer con más fondos para los colegios confesionales. Nada comparado con la que llevamos los demás.

 Es urgente que la sociedad tome conciencia de la degradación de los estudios universitarios de los futuros maestros. ¿Es que a nadie le preocupa en qué consiste en la actualidad la carrera de magisterio? Si alguien se molesta en echar un vistazo al plan de estudios, comprobará que pese a haber pasado a ser un grado universitario, lo más importante para ser un profesional de la enseñanza primaria es la pedagogía, la psicología y demás disciplinas afines. Poca chicha, pocos conocimientos. Si a eso añadimos que los alumnos proceden de un bachillerato tan empobrecido como el de la LOGSE, no se extrañará de que nos llevemos las manos a la cabeza al comprobar el nivel de degradación al que han llegado las cosas.

Esperanza Aguirre ya se granjeó las simpatías de la comunidad educativa desde que empezó a agredir con saña al colectivo docente.

 Podemos añadir que, además, los sistemas de selección de los futuros maestros privilegian igualmente los “proyectos educativos” y las programaciones didácticas, en detrimento de la comprobación de los conocimientos que los futuros profesores tendrán que lograr que sus alumnos adquieran. Los problemas referidos aquí son muy complejos y requerirían un análisis más detallado. Pero en conclusión, en España es hoy más necesario que nunca un debate sobre la educación: el constatado fracaso de la pedagogía LOGSE, la formación y selección de los futuros profesores y la educación que queremos para las generaciones venideras. Mucho nos tememos que entre el ruido de los medios y los aparatos de propaganda, la sordera del búnker pedagógico y una cierta inercia entre el profesorado y la sociedad, más preocupados de otras urgencias, ese debate seguirá sin llegar.

lunes, 18 de febrero de 2013

El que la hace la paga




Ha dicho el vicesecretario general que en España el que la hace la paga.

Hasta ahora, que se sepa, estos señores lo único que han pagado han sido los famosos sobres.

martes, 12 de febrero de 2013

Andalucía niega el concierto a los colegios que separan por sexo.



El diario  EL PAÍS publica la noticia de que por fin hay restricciones a la financiación pública a algunos colegios privados. Se trata de que Andalucía, siguiendo la jurisprudencia del Tribunal Supremo en la interpretación de la vigente LOE (en vías de derogación), no concertará con centros escolares que no practiquen la coeducación. Por supuesto, que algunos celebramos que por fin una administración educativa ponga condiciones a los colegios de titularidad privada para financiarse con el dinero de todos. Pero, obviamente, el caso que nos ocupa, por mucho que haya sido un caballo de batalla emblemático y una trinchera ideológica muy celebrada, no deja de ser una realidad insuficiente y casi anecdótica en la tarea pendiente de fiscalizar y restringir la transferencia de fondos del erario público al interés particular, tendencia muy característica de los que impropiamente se autodenominan liberales, pero que son más bien herederos del franquismo sociológico y político que gestionaba canonjías y clientelismos y desconfiaba de la iniciativa privada pura y dura, llena de riesgo y auténtico espíritu emprendedor.

La enseñanza concertada lleva décadas practicando una competencia desleal con el apoyo de las instituciones públicas, que mediante la aplicación torcida de leyes educativas no muy afortunadas, ha tiempo que alumbraron un sistema de educación dual, claramente discriminatorio. Sistema que, para más inri, es una de las señas de identidad intangibles de la izquierda más necia e incongruente.

La enseñanza concertada viene burlando la ley, con la anuencia de todas las administraciones educativas que se han sucedido en el MEC y en las autonomías y con gobiernos del más variado signo político.  Concretamente, es ya moneda común el quebranto de ley descarado e impune en materia de admisión de alumnos y respecto de la falta de garantías sobre la gratuidad efectiva de los colegios sostenidos con fondos públicos, que mediante cobros diversos llevan a cabo una selección económica inicua.

 Uno de los muchos efectos perversos de la ampliación de la enseñanza obligatoria en la década de los 90, tal como se hizo de mal, fue la extensión en dos años de los conciertos educativos.

 Los que nada quieren cambiar en educación, disfrazados de progresistas, pero en realidad ultraconservadores, aún no reconocen el error que supuso regalar a la enseñanza concertada dos años más. Y aún estamos esperando que la equidad que pregonan se manifieste en poner coto a la discrecionalidad de los centros subvencionados (denominación hoy en desuso pero más cruda y menos vergonzante para llamar al pan pan y al vino vino), cuya mera existencia es uno de los muchos tabúes del sistema.

No tocar la concertada es uno de los innumerables pseudoconsensos que deben ponerse en cuestión sin más dilación si de verdad se defiende la escuela pública de una forma que sea algo más que nominal.

En esta España en la que todo lo público es denostado, excepto si se trata del dinero que se recauda obligatoriamente, en especial a los asalariados, y se desvía hacia los negocios particulares de los grupos de presión, poder e influencia próximos al poder político, no estaría de más pedir que deje de contaminarse el lenguaje. Y que deje de verse lo estatal como esa inmensa ubre de la que succionan los desheredados, que por eso lo son, por desgraciados y que tanto les cuesta a los españoles no marginales. Curioso concepto del bien común y no menos curioso y difícilmente homologable concepto de la libre competencia, la iniciativa individual y la libertad de empresa.

El Estado debería asumir la obligación que se deriva del artículo 1º  de la Constitución de garantizar una educación públicuaa de calidad como derecho de todos los ciudadanos. La iniciativa privada está en su derecho de reivindicar la libertad de enseñanza entendida como libertad de empresa, libertad de cátedra y expresión de la pluralidad de una sociedad libre y no totalitaria. Pero no tiene sentido que con fondos de todos los españoles se financien los negocios de unos pocos. Sólo el servicio público tendría que ser sostenido con el dinero de los impuestos. Pero para que todos estos conceptos pasen a la normalidad de las reglas del juego hay que quitarse el pelo de la dehesa y superar los lastres de los pactos de la transición que no han funcionado, como es también el pacto autonómico, la entrega de todo el poder a los aparatos de los partidos y sindicatos, la endogámica, mediocre y hasta delictiva autonomía universitaria. Y, paradójicamente, la asfixia de quienes en España quieren ser emprendedores, crear riqueza, tener iniciativas y competir de verdad. No estar siempre mirando hacia arriba, hacia el BOE, esperando la dádiva del poderoso, amañando un oligopolio con el sistema o conchabándose con los que reparten los caramelos para asegurarse unas igualas y unas ententes cordiales que proporcionen a los súbditos y a los colegas la seguridad y el interés, como rezaba un viejo anuncio comcercial.

    Me parecería muy saludable que se instalase en España una sana competencia entre redes educativas, entre centros, entre instituciones escolares. Limpia y con igualdad de oportunidades. Sin las cartas marcadas ni ventajismos. Que los públicos se propusieran competir para dotar a los alumnos no pudientes una enseñanza competitiva (este hecho en España existió en no muchos colegios y en unos institutos hoy olvidados y degradados por el chahapote del construcitivismo y la pedagogía nccia. Sin esa competencia, propia de una sociedad dinámica, con movilidad social y ambición sana, sólo tenemos unas cartas marcadas, como con el INI, el plan de estabilización y los restos del corporativismo inmovilista de una sociedad roma, en blanco y negro, no ávida de prosperar más que por la quiniela o el enchufe.

   La enseñanza concertada es un instrumento sólido para contribuir al fijismo social, al status quo, el residuo del poder de una iglesia controladora de conciencias en una sociedad secularizada. Es el instrumento de que la extensión de la escolarización no lleve al mal gusto de que los hijos de las personas humildes y sin posibles se codeen con la gente bien, de forma que no pisen las canteras y los viveros del poder futuro. Sería como si la señora de la limpieza terminara su jornada tomando una copa con un socio de origen aristocrático como relax de su ardua y agotadora jornada laboral.

EL PAPA QUE SE RETIRÓ A TIEMPO




Por primera vez en siglos un papa ha abicado. La iglesia católica, como organización supranacional de un liderazgo espiritual que aglutina a millones de hombres en el mundo, grupo de presión que de forma hoy más sutil domina todavía los restos del naugfragio de los usos predemocráticos propios de la sociedad del Antiguo Régimen, mundo en el que sñi fue su reino, ha experimentado una doble tensión: entre la aceptación tolerante de una sociedad secularizada y que ya no le reconoce de facto ese liderazgo moral de tan forma reverencial; o bien, el encastillamiento, el cierre de filas ante cualquier cambio sustancial que le haría perder las esencias de esa tradición eterna que puede ser para algunos su razón de ser.
  En este punto estamos a años luz del islam: la iglesia católica ha ido aceptando a regañadientes la evolución de los tiempos y el progreso, aunque haya sido ab initio siempre su peor enemigo, pero no ha tenido más remedio que aggiornarse, pese a todo, para no morir y quedar ridículamente ucrónica.
  El revulsivo que supuso el implulso dado desde el principio por su predecesor polaco, un papa entonces joven, enérgico, forjado en una supervivencia ardua frente a la persecución de sus predadores comunistas, volvió  a recuperar al menos el protagonismo de una institución postergada en los sectores más dinámicos a un estado próximo a la irrelevancia y a la nostalgia de un tiempo glorioso e imperial, pero casi extinguido. Juan Pablo II ejerció como un líder del siglo XX, amplió la frontera de su influencia al este de Europa, frenó la teología de la liberación, volvió a proveer de ese nivel de certeza que el creyente necesita y conjugó su sensibilidad social, su gran capacidad comunicativa y teatral con su carácter  retrógrado e intolerante cuando tocaba, que le llevó a respaldar la impunidad de los legionarios de Cristo, los miembros del Opus Dei y los múltiples pederastas o consentidores de las perversiones más contrarias a la propia doctrina de la Iglesia. Woityla quería dar seguridades a través de un reforzamiento de un dogma que cerrara las puertas de apertura que peligrosamente había entreabierto el Concilio Vaticano II,
  En sus años finales, el sufrimiento patético era una síntesis de imagen de firmeza incólume aferrada y sacrificada, una adicción al poder a cualquier precio y una convicción apostólica y mesiánica de que se misión aún no había concluido y que la historia, en la que él ya se veía, reconocería esa voluntad de servicio hasta el último momento, ese castizo morir con las botas puestas como expresión de entrega total a la causa.
  Fue su sucesor siempre un cardenal linchado “avant la lettre”, al que se le atribuían maléficas intenciones, en una tergiversación poco seria de su pasado juvenil, y se le vinculaba, con falsedad consciente, con el nazismo y con nada menos que la Inquisición.
  Consciente desde el primer momento de su carácter limitadamente temporal, Ratzinger ha impreso un tono más elegante e intelectual a su figura, menos mediático, menos iglesia-espectáculo, pero ha cogido el toro por los cuernos en asuntos muy delicados. Y si bien responde en su discurso contra el relativismo, en una visión bunkerizada en una institución que se niega a adaptarse a la realidad, con la mente más puesta en lo que se barrunta y debate intramuros de la iglesia que extramuros de la misma, no se va el papa Benedicto XVI con una imagen de curia mafiosa de turbios asuntos, jbanqueros muertos y escenas más propias de El Padrino, las jerarquías eclesiásticas que bendijeron con brazos en alto e incienso golpes de estado contra los derechos humanos ni con una vinvulación inverecunda con la mafia italiana.
   Cierto es que la Iglesia, en estos tiempos secularizados y descreídos, como un poder espiritual y terrenal, sigue sin encontrar su sitio en las sociedades democráticas, oscilando entre el travestismo progresista de los años de Tarancón al paredón, seguir siendo un grupo de presión favorable a la ucronía, con la buena fe de muchos de sus fueles que hacen una labor encomiable e incluso imprescindible en tiempos especialmente humanos.
  ¿Hacia dónde nos llevarán la nueva fumata bianca y sus consecuencias. Sólo el Espíritu Santo y los entresijos de la curia con sus finas dagas y elegantes zancadillas nos lo esclarecerá en el futuro.
   Hoy el Papa de Roma, el Sumo Pontífice ha elegido para los últimos años de su vida la meditación y el silencio, el alejamiento de las intrigas y maquiavélicas disputas florentinas, para contemplar y esperar serenamente el fin de sus días rodeado del goce ascético sereno y equilibrado, la búsqueda de la paz interior en la espera sosegada desde la última vuelta de su camino, alejado del bullicio y la falta de caridad y de quietud de la ciudad de los hombres. Concede, de esta forma, un valor supremo al goce espiritual que en vida ha preferido terminar con humildad desdeñando la onerosa carga de una grandeza que ha sabido abandonar con paso sosegado pero firme,

domingo, 10 de febrero de 2013

HUELGAS POLÍTICAS





Huelga política

   Con motivo de los recientes paros en la enseñanza secundaria y las subsiguientes movilizaciones contra la llamada ley Wert (LOMCE en sus siglas administrativas) se ha vuelto a oír por parte de las autoridades una referencia peyorativa a los paros estudiantiles y a las protestas incómodas, que se desprecian altiva y mecánicamente mediante el ya acuñado sintagma maldito de “huelga política”.

  Como quiera que las locuciones, frases hechas o sintagmas estereotipados se terminan usando de forma un tanto automática y no muy reflexiva, no está de más dedicar algún comentario a esta curiosa expresión descalificatoria, que si no roza el anatema o el estigma, está cerca del dicterio y, como mínimo, del desdén.

   Quienes hablan de “huelga política” implícitamente están atribuyendo un carácter ilegítimo y bastardo a este tipo de protestas, frente a otras, que tendrían motivaciones más nobles, como una reivindicación laboral y profesional, que se supone serían las huelgas no contaminadas (quizá a la japonesa). La huelga es un derecho constitucional y se puede debatir si una convocatoria en particular es oportuna, perjudica o favorece el interés general, presenta unas reivindicaciones plausibles o discutibles, si ha discurrido o no por los cauces legales, si ha utilizado medios pacíficos o si, por el contrario, se ha valido de la siempre ilícita violencia en sus más diversas formas. Los ciudadanos, los políticos y los espectadores están en su derecho de opinar lo que les plazca sobre cada una de las huelgas que proliferan en nuestra vida colectiva, dar o negar legitimidad a sus peticiones y, por supuesto, sumarse a ellas o no hacerlo.

   Pero despreciar una determinada huelga con el manido argumento de que es política no deja de ser un  recurso dialéctico un tanto estrafalario. Primero, porque en su sentido profundo, todas las huelgas son y han sido políticas. Desde los inicios del movimiento obrero, las huelgas por los derechos laborales, un salario justo o cualquier otra demanda de los trabajadores han tenido como objeto introducir cambios en el sistema, lo que en la práctica es una forma, lícita, de hacer política. Por tanto, en lugar de ser un adjetivo especificativo que disociaría diversos tipos de huelga y que establecería una valoración negativa para las huelgas “políticas” en oposición a las “no políticas”, podríamos considerar que denominar políticas a las huelgas constituiría más bien un pleonasmo. Semánticamente expletivo si no fuera por la mala fe con la que se lanza el dardo para dar más carnaza a los más exaltados de la bancada "popular".

   Además, hay otro aspecto que no deja de llamar la atención sobre este curioso empleo del lenguaje propagandístico. Se utiliza el adjetivo “política” como un componente intrínsecamente negativo para denigrar los sustantivos a los que se pudiera aplicar. Ya lo decía Jardiel Poncela: “si la política será mala, que a la suegra la llaman madre política”. Ese tic de considerar ilegítima cualquier acción humana que esté contaminada por ese ingrediente impuro y hasta perverso que se llama política nos recuerda enormemente a la dictadura franquista, donde todo lo que oliera a la malvada política debía ser proscrito y borrado del mapa. Se le atribuye al dictador una cita de un descomunal y ofensivo cinismo: “Haga como yo, no se meta en política”. Y es que esa es la idea que el poder desea del español de a pie, que considere que la política es monopolio y coto vedado de los que se dedican a ella por el bien de España. Claro que al gobernar a lo mejor no le llaman hacer política. Un mundo sin política sería un mundo puro y armónico, idílico y dulzón, donde la gente haría lo que en verdad tiene que hacer y no se dedicaría a enredar.

   El carácter maléfico, transgresor y pecaminoso de la política es atribuido siempre por personas que, paradójicamente, se dedican a la propia actividad política de forma profesional o como trabajo principal durante un cierto periodo de su vida. Si la política es tan nociva, ¿por qué ellos son políticos? ¿O es que su conocimiento de lo que es la política, de la que ellos viven, y por lo general bastante bien, les hace tener de lo político un concepto tan nefasto? Es, objetivamente, un contrasentido. Cabe suponer quizá que sus leyes no son políticas, que las decisiones que adoptan tampoco son políticas y que lo que los ministros y sus equipos dedican su tiempo a cualquier cosa menos a hacer política.

  Si leemos, vemos u oímos a los rabiosos opinadores (lo de opinólogo es ya un barbarismo desmedido) que no han visto estos días con demasiada simpatía las consignas y pancartas del Sindicato de Estudiantes, observaremos que dan la razón al ministro, ya que en los mensajes de los huelguistas han detectado demasiados lemas “políticos”. Vade retro. ¿Por qué los estudiantes se quieren meter en política? Ya empezamos. A lo mejor alguno termina de Ministro de Educación. Y se le ocurre hacer otra Ley de Reforma de la Enseñanza.

  Por este motivo, sería recomendable que los dirigentes políticos, cuando sufran una huelga contra sus medidas o en protesta por su gestión, demostraran un poco más de talento, argumentaran a favor de sus tesis con unas razones más sutiles, elaboradas y convincentes que el espurio y zafio empleo de una respuesta enlatada y precocinada más propia del agit-prop cutrón que de una dialéctica medianamente decente. Por desgracia, estos son los términos en los que suelen desenvolverse en España casi todas las confrontaciones sobre temas controvertidos, lejos de una discusión de altura. En educación ese debate riguroso algunos hace años que lo echamos en falta. Pero ninguno de los agentes con influencia en el mundo educativo está interesado en analizar ni discutir nada con la más mínima honradez intelectual.


VUELVE EL HOMBRE




Vuelve el hombre


 Parece que vuelve el hombre que a través de su verbo florido y su mente preclara e iluminada ayudó a formar una pinza con José María Aznar y Pedro J. para que la derecha volviera al poder en España, el hombre que brindó su apoyo al proabertzale Madrazo en Izquierda Unida del País Vasco, el hombre que dividía maniquea y ramplonamente la vida política española en dos orillas, el único dirigente comunista que dio su espaldarazo al serbio Milosevitcz en su limpieza étnica en la antigua Yugoslavia, el orador engolado y autocomplaciente de los mítines cursis, de didáctica de primera enseñanza, grandilocuentes y sectarios, agorero de desgracias miles, apocalíptico por antonomasia, estalinista hasta las cachas, visionario, dogmático e infalible, ese hiperbólico andaluz que tanta falta nos hacía para que el ruedo ibérico se animara en estos tiempos de depresión, desconfianza y descreimiento.

 Julio Anguita ataca de nuevo. La prensa anuncia su vuelta a los ruedos. Pronto volveremos con más diversiones. Si hubiera que pasar al cine o al tebeo las hazañas y gestas de tan inefable personaje, nadie mejor que Francisco Ibáñez, el creador de Mortadelo y Filemón y Pepe Gotera y Otilio, para retratar a un líder que hasta en el esperpento sería demasiado literario.

Como decía el Guerra, en lugar de lograr un sorpasso, se llevó un tortaso. El profeta Anguita ya nos había predicho todas las desgracias que ahora sufrimos. Y parece decidido a salvar España. Por salvadores que no quede en nuestra historia. Pero Anguita, otro muerto viviente, corresponsable también en cierta forma del sistema partitocrático de una casta parasitaria desacreditada, tendría que explicarnos qué ingredientes nuevos y no caducados nos va a aportar al debate político en un momento en el que lo que está en cuestión es la sostenibilidad del modelo de Estado de bienestar socialdemócrata en el que el insigne prohombre cordobés nunca creyó. ¿Propone alguna alternativa bananera para España, al estilo de Chaves o los hermanos Castro? De hecho, en una entrevista televisiva, él rechaza el término de “clase política”. ¿Por qué será?

 Ante el avance insoportable de la dictadura del capital y el anquilosamiento de una clase política plena de privilegios obscenos y alejada de la gente, hacen falta buenas cabezas, iniciativas inteligentes y resultados tangibles que luchen eficazmente contra el desmantelamiento de los derechos sociales, la exclusión y el sometimiento a los dictados de la oligarquía financiera y de los políticos trincones.

En suma, la construcción de una democracia, real, como dicen los eslóganes de los que están, no sabemos en qué orilla, pero sí fuera de Tangentópolis. Concepto este, el de democracia, que nunca ha formado parte ni de la praxis ni de la axiología de ese profesor cordobés que, por cierto, desde 1979 hasta su jubilación, sólo dio un año de clase, pese a no considerarse miembro de la clase política. No olvidemos que, además, aplaudió en su día la LOGSE y jamás ha reconocido el daño que esta ley le hizo a la escuela pública.

lunes, 4 de febrero de 2013

LA JURA DE LOS SOBRE-COGEDORES

















La jura de los sobre-cogedores: el honor está a salvo

Ante las graves acusaciones vertidas por la prensa hostil contra altos dirigentes del PP, sus grandes líderes se disponen a pedir una jura a los vilipendiados, a imagen de la que el Cid pidió al rey sobre su participación en la muerte de su hermano. Para reparar el honor mancillado de sus intachables dirigentes nada más solemne que una jura al estilo medieval. Laus Deo.

 
  En la sede genovesa
Do gobierna el gran Mariano,
Allí le toma la jura
Rajoy a doña Ana Mato.
Que si cobró comisiones,
Que si metió o no la mano,
Que si recibió algún sobre
De Bárcenas el malvado.
Injurias e infamias puras,
Vive Dios que no he robado,
Yo pagué todas mis fiestas,
Yo pagué todo el boato,
Las comuniones, las bodas,
Los confeti, los regalos,
Los viajes en Business Class,
Mis joyas y hasta mi auto.
Es la prensa canallesca
Que nos sigue difamando.
Nadie nunca vio los sobres,
A nadie jamás se ha untado,
Es todo una vil patraña
Que han urdido los villanos,
Es un infundado bulo.
Sólo procede negarlo.
Ellos buscan dimisiones,
Del poder quieren echarnos
Con calumnias insidiosas
Que hasta ahora no han probado.
¿Qué hay de los muchos millones
que en Suiza están a recaudo?
Nosotros nada sabemos,
Nosotros todo negamos,
Respondamos con firmeza
Al libelo y al agravio.
Con rotundidad decimos
Que en el sillón nos quedamos.
Que nuestras auditorías
Dejaron todo muy claro.
Que Bárcenas no es pepero,
Sino un señor olvidado.
Que investigue la justicia
¿Y si somos condenados?
Para eso están los indultos,
Para del trullo sacarnos.
Que Alberto cuando se pone
Es un chico muy apañado.
Con cara de dormir poco
Y el semblante demudado,
Rajoy declara solemne
Al mensajero atacando.
Y espera que pasen pronto
Estos días tan aciagos.
Cuando las grandes reformas
Den mejores resultados
Y pueda ver al Madrid
Fumándose un buen habano,
Con sosiego y con deleite
Tranquilo y más descansado.
Pero el hedor pestilente
A choricete forrado
Con ningún producto puede
Borrar ni disimularlo.
Y las encuestas le auguran
Una caída en picado,
Ojalá que esta mangancia
Les empiece a salir caro.
Que la legión de corruptos
Se encamine a los juzgados,
Con presunción de incocencia
Y presencia de letrado,
Respondiendo de sus hurtos,
Sus cohechos y sus fajos
De billetes y billetes
Con malas artes ganados.
Que esta vez no salga gratis
El crimen organizado.